JOAQUIN SANCHO. Arquitecto 2015
Antecedentes.
Este proyecto partía con
unas premisas muy concretas.
Se trataba de diseñar la reforma de una vivienda unifamiliar para uso esporádico, fundamentalmente
vinculado a las celebraciones de las fiestas de la ciudad.
Los promotores optaron por la compra de una
vivienda tradicional situada en el casco histórico de la ciudad, pero alejada
de las zonas de carácter más estereotipado.
En su origen se trata de una
vivienda unifamiliar que en el devenir de la evolución urbanística de la ciudad
pasa a ser una vivienda plurifamiliar de carácter popular reconocida como
tipología de casa de vecinos.
La evolución urbanística de
la ciudad de Sevilla, ante el empuje demográfico producido por la inmigración desde
zonas rurales durante todo el último tercio del siglo XIX, supuso la
colmatación de todo el caserío tradicional intramuros.
El hecho de ser una ciudad
con uno de los cascos históricos más amplios
de Europa propició que sus ensanches se retrasaran en el tiempo y
que la vieja trama urbana absorbiera las oleadas de nuevos
pobladores, atraídos por la incipiente industria que iba creciendo entorno a la ciudad y que junto con la
infraestructura periférica del ferrocarril, supuso una
barrera física insalvable al ensanche ordenado de la ciudad.
No es hasta bien entrado el
siglo XX cuando los criterios urbanísticos del crecimiento en polígonos promulgados por Le Corbusier,
pueden romper este cinturón y dar lugar a una expansión desordenada de la
ciudad.
Esta casa es el ejemplo de
la saturación del entramado urbano, mediante la multiplicidad de espacios, que
dieron lugar a viviendas sociales de no demasiada calidad, adaptadas a
construcciones pensadas para otras condiciones socioeconómicas.
La edificación preexistente es un claro ejemplo de la tipología de casa-patio propia de la ciudad de Sevilla y de una buena parte de la Andalucía meridional, consolidada desde la estructura primitiva de la casa romana.
Un tipo de construcción vinculada
a la vivienda unifamiliar muy común, no solo en Andalucía, sino en prácticamente
toda la cuenca mediterránea de clima templado.
Un ejemplo de funcionamiento
bioclimático sencillo que garantiza mediante un sistema pasivo de corrientes de
aire, a través del patio y la escalera, un grado de confort y bienestar.
La estructura de casa que gira entorno a un espacio interior privado tiene además muchas otras connotaciones culturales muy interesantes de relaciones de lo domestico con el espacio exterior urbano y los hábitos de privacidad.
Descripción
del edificio precedente.
La estructura del edificio
está compuesta por muros de carga realizados con ladrillo macizo tomado con
mortero de cal, con espesores variables, siempre relacionados con la dimensión
de los ladrillos.
Estos elementos verticales
componen el sistema estructural junto con los forjados realizados en viguería y
tablazón de madera, con la alcatifa de relleno, sobre la que se coloca la solería.
Componen un sistema de crujías
entorno a un patio central, respondiendo al estándar de estructura de casa-patio
tradicional, donde los elementos singulares, patio, zaguán, galerías y
escalera, vertebran la distribución del edificio, adaptándose a las
características de la parcela.
En este caso se trata de galerías en tres de los lados del patio, realizadas mediante estructura portante de viguería de madera sin soportes ni jabalcones.
La galería se encuentra cerrada en la planta primera mediante balcones que conservan los herrajes de barandilla originales realizados en forja.
Este sistema estructural
carente de otros soportes, que no sean la propia viguería, a pesar de no tener grandes
luces supone una cierta vanguardia respecto a sistemas precedentes apuntalados.
La escalera de acceso a
planta primera tiene continuidad hacia la planta ático, y presenta también alguna
variable interesante respecto a la tipología tradicional.
Tratándose posiblemente de
algún añadido posterior, ya que en esta tipología es difícil que la escalera
principal se prolongue más allá de la planta primera, teniendo el acceso a
otras plantas mediante una escalera distinta situada en un lugar ajeno a la
principal.
A pesar de que existe una clara diferencia en el tratamiento de los
revestimientos de los dos tramos de escalera recalcando la diferencia entre el
acceso a la planta principal y al resto de plantas común en esta tipología.
No obstante, atendiendo a
los elementos estructurales de la escalera compuestos por bóvedas y zancas
curvas realizadas mediante el sistema tradicional de doble torta de ladrillo,
siguiendo normalmente un trazo del maestro de obras en el muro, podía tratarse
de un adelanto de tipologías urbanas de carácter más burgués que se consolidan
en la trama urbana algunos años más tarde muy cerca del siglo XX.
El sistema estructural del edificio
está compuesto por dos crujías paralelas a fachada y dos crujías
perpendiculares entorno al patio central con galerías en tres de sus lados.
La estructura queda rematada
con una crujía de fondo paralela a fachada, y un patio de ventilación en el lado
izquierdo.
Esta composición tiene dos
plantas de altura y un ático retranqueado.
El esquema de uso se adapta
a la estructura tipológica estando las habitaciones principales situadas en la
planta primera de la crujía delantera diferenciándose con una altura algo
mayor.
La construcción ha ido
perdiendo parte de su estructura original mediante transformaciones que han
roto la trama ordenada del origen tipológico, a pesar de lo cual la casa
mantiene partes reconocibles del edificio original, como su estructura
portante.
Otro de los elementos de
cierto interés es la cornisa neoclásica de estilo dórico realizada en ladrillo
tallado de la fachada y balcones. Una
interesante técnica decorativa artesanal que va aplantillando el material de
base mediante terrajas y moldes hasta darles la forma.
Destacan también parte de los
herrajes del patio, realizados en forja.
Estos elementos permiten
establecer el periodo de construcción del edificio original entorno al primer
tercio del siglo XIX.
El edificio original tiene
una reconstrucción importante en 1.866, datada en la fecha de la cancela de
entrada, época de trasformaciones socioeconómicas importantes en la ciudad que
tiene su reflejo en la arquitectura
domestica mediante el engalanamiento de fachadas, con molduras y resaltes
de gusto romántico, introducción de herrajes de hierro fundido frente a los
tradicionales de forja y apertura del espacio de patio hacia el exterior con la
introducción de las cancelas.
Este edificio es un claro
ejemplo de adaptación al urbanismo moderno de la época, y pasa a formar parte
de la nueva arquitectura más urbana que acompaña a un resurgimiento económico
de la sociedad.
El edificio se encontraba en
un mal estado de conservación como resultado de la falta de mantenimiento
general y de multitud de obras parciales que tenían como objeto la
consolidación de la construcción y su adaptación al uso de vivienda colectiva.
La edificación tiene una
catalogación como elemento de interés tipológico en el planeamiento especifico
de la ciudad
Las obras a acometer suponen
la reforma integral del edificio y la consolidación del sistema estructural existente,
iniciando una cierta deriva a recuperar el estilo arquitectónico neoclásico más
cercano a la época original del edificio, solicitado por el criterio de
decoración de los propietarios.
Descripción
del proceso de proyecto.
El programa de necesidades de
los promotores responde a un esquema simple de vivienda unifamiliar, adaptado a
la estructura del edificio y posiblemente cercano al original, con la salvedad
de la ocupación de la planta ático que en su origen estaría destinada a zonas
de servicios de la edificación.
La tipología de casa patio
se mantiene inalterable, lo cual supone que la casa gira entorno a este
elemento y sus complementos de zaguán con cancela, galería y escalera.
Planta
baja.
El acceso se mantiene en el
hueco central de fachada que accede al zaguán con cancela que comunica con el
patio central.
Desde la galería arranca la
escalera. Se mantiene la escalera con el acceso a ambas plantas creando la
diferenciación entre los pavimentos y remarcando el carácter distinto de cada
tramo.
Debido al carácter comercial
de la calle donde se ubica el edificio se ha mantenido el uso de local
comercial en la primera crujía en los
espacios situados a ambos lados de la entrada, según el mismo esquema
precedente.
Se trata de dos locales de
dimensiones reducidas acorde con el tejido comercial de la zona.
En las crujías de fondo de
esta planta se sitúa la cocina y zonas de servicio.
Parte de esta planta está
prevista para su uso en la época de verano, donde el prototipo de casa patio
responde a un esquema bioclimático ancestral, mediante la creación de
corrientes de aire que circulan hacia las partes abiertas del patio y escalera.
De esta forma se prevé una sala de estar y un dormitorio en las crujías
intermedias.
Planta
primera.
Las zonas vivideras
principales como salón y estar se sitúan en las crujías de fachada recuperando
el espacio completo de este elemento con tres huecos a la calle.
En la crujía lateral derecha
se ubica un despacho-estudio.
Las crujías de fondo de la
planta primera se destinan a dos dormitorios con sus baños, aprovechando el
patio de ventilación del fondo.
Planta
Ático.
Se trata de la planta más
alejada de la estructura tradicional del edificio, en ella se han situado los
dormitorios principales de la vivienda, vinculados a los espacios de terrazas
que se crean al liberar las cubiertas preexistentes de su cubrición de tejas y
dar lugar a azoteas transitables.
Normalmente las terrazas de
la casa tradicional estaban reservadas a zonas de lavaderos y servicios, usandose
solo la parte de patios a nivel de planta baja para la vida en contacto con el
exterior.
Se trata de un recurso
adaptado a una nueva forma de vida más relacionada con arquitecturas
contemporáneas, que aprovechan estos espacios como zonas de estar vinculados al
aire libre y cualificándolos para ello con algunos elementos de ordenación y
jardinería.
Proceso
de ejecución de la obra.
La fase más compleja de la
ejecución del proyecto fue la demolición de la mayoría de los elementos hasta
dejar las estructuras portantes verticales libres de las partes sobrantes
dañadas.
La cubierta se encontraba en
muy mal estado con una falta de estanqueidad lo que provoco la pudrición e la
mayoría de los forjados del edificio.
A pesar del pésimo estado de
conservación, el objeto del proyecto era recuperar estas estructuras y en su
caso sustituirlas por otras nuevas de iguales características, aunque adaptadas
a los criterios estructurarles actuales algo más exigentes.
Una vez concluida la fase de demolición y limpieza de elementos arruinados se hizo un análisis de la capacidad portante de los elementos estructurales verticales considerando las características de carga previstas en el proyecto.
Una de las partes de mayor
interés en la rehabilitación es la recuperación del forjado tradicional de
vigas de escuadría de madera con los criterios estructurales actuales, que
necesita la colaboración de una estructura paralela, que en este caso se
decidió fuera de hormigón.
Una capa de compresión de hormigón armado reforzada y solidaria a la estructura portante de viguería mediante conectores metálicos arriostrada en todo el perímetro de la estructura.
El forjado de la primera crujía, se diferencia del resto por la utilización del ladrillo de barro de tabla, es decir a modo de tablazón.
En este caso debido al mal
estado de la viguería original se ha sustituido por una nueva de madera de pino
de tipo Suecia, recuperando los ladrillos una vez limpios y saneados.
Destacar la nombrada cornisa
neoclásica un elegante entablamento de buena proporción realizado mediante ladrillo tallado,
igual que las bases de los balcones.
Esta cornisa superior ha sido
limpiada y se ha dejado con este material al descubierto matizado con una
jabelga que lo homogeneiza.
La estructura de los
balcones no se pudo recuperar, pero se ha sustituido por unos moldes realizados
mediante una terraja sacada de la plantilla original.
Ambos elementos responden a
una traza neoclásica culta, propia de principios del siglo XIX, herencia del
sofisticado estilo Carlos IV.
Los revestimientos de la
obra ha sido otro de los capítulos de cierto interés.
Uno de los mayores problemas
que plantea una estructura de muros de carga preexistente es la presencia de
humedad de capilaridad, es decir la subida de agua por filtración a través de
la porosidad de los muros de carga, anclados en el terreno de forma directa,
sin aislamientos eficaces.
En muchos casos estos muros
son continuidad de estructuras preexistentes que se encuentran a cierta
profundidad.
Una de las soluciones más
eficaces y sencillas e procurar la evaporación continua de esta humedad a
través de la saturación del aire circundante, que mediante las corrientes de la
estructura de casa patio es renovado.
Para favorecer la
evaporación se ha utilizado un tipo de mortero hidrófugo en el revestimiento de
la parte baja de los muros de carga de la planta baja. Además es conveniente
utilizar un tipo de pintura transpirable para no obstaculizar este efecto.
Los resultados suelen ser
satisfactorios siempre que procuremos una cierta ventilación de las estancias.
El efecto es inmediato puede
hacerse la prueba de cerrar la ventilación de un espacio y en apenas un día
notaremos la saturación de humedad.
Respecto a la elección de materiales para los suelos y revestimientos de paredes
la propiedad decidió utilizar elementos de recuperación propios de la época de
construcción de la casa, algunos de los cuales fueron recuperados en la propia
obra y otros adquiridos en comercios especializados.
Con ello se ha conseguido un
efecto de cierta atmosfera nostálgica generalizada mediante la utilización de
este tipo de materiales.
Mármol blanco y gris en las
solerías de planta baja, completados con azulejería del siglo XIX en zócalos.
Solería de barro de
recuperación de tamaño rectangular colocado en espiga con encintado de borde en
las solerías de planta primera.
Completada con azulejería de época.
Destacar el
zócalo del salón principal realizado en una azulejería antigua del siglo XVIII,
de la zona de Cádiz.
También tienen cierto interés
los azulejos utilizados en los baños de esta primera planta, realizados
mediante la técnica de marmoleado propia del primer tercio del siglo XIX,
elaborada mediante una interesante artesanía hoy desaparecida.
La planta ático se
diferencia respecto a las anteriores por la utilización de solerías de cemento
coloreado tipo hidráulico, es decir realizadas en fresco mediante unos
troqueles utilizando tintes naturales para colorear el cemento, prensadas y
secadas de forma natural.
Para las terrazas se utilizó
un ladrillo de barro de varios colores recuperado de los tradicionales ladrillos de tabla muy frecuentes en los
forjados tradicionales de construcciones populares de la zona de Cádiz.
Todas las carpinterías
exteriores se realizaron en madera.
Se recuperaron algunas
contraventanas preexistentes en la casa del siglo XVIII, reutilizadas en la
planta ático donde se encontraron.
Posiblemente se trate de elementos
aprovechados de una edificación anterior.
Otro aspecto destacar es la recuperación de las puertas de
paso originales de la vivienda, compuestas por doble hoja con único casetón
labradas mediante galafate
escasamente mecanizadas y con herrajes de tipo capuchina realizados en forja.
Estos elementos datan de
forma indiscutible la época de la casa en el primer cuarto del siglo XIX, antes
de la aparición de la mecanización que llego hacia mediados de siglo, con la
introducción de forma generalizada de la máquina de vapor a la industria.
A pesar de estos elementos
descritos el criterio de reconstrucción no pretendía ser arqueológico, se ha
dado una cierta homogeneidad al edificio mediante el color de la pintura de las
paredes, techos y carpinterías.
Un contraste entre un blanco
matizado en las paredes y tonos grisáceos, azulados y verdosos en las maderas
de los techos crean un aire contemporáneo en los espacios.
Solo se procuraron ligeros
matices en las zonas de más luz que iban desde un gris azulado hacia un tono
más verdoso.
La casa se encuentra en uso.
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