miércoles, 29 de agosto de 2018

CASA DE CAMPO EN EL BULLAQUE. CIUDAD REAL

JOAQUIN SANCHO.  Arquitecto    2012







El proyecto desarrolla una casa de campo de nueva planta en una zona rural. La situación de la finca, cercana al río ya aun embalse permite que su cultivo sea de pastos, dehesa y olivar, un valle amplio, situado entre dos montes de cierta altura alejado de las vías principales de circulación.

Supone la realización de una casa dentro de un paraje natural de bastante calidad cercano al parque Nacional de Cabañeros.


La orografía del terreno es una planicie con una pendiente ligera orientada al sur situada en el centro del valle.
La vegetación predominante está compuesta por pastos sobre una dehesa con algunas zonas de monte.





El proyecto tiene como fin la realización de una vivienda unifamiliar como segunda residencia para descanso de fines de  semana y para aprovechar las actividades cinegéticas de la zona.

El programa desarrollado corresponde a una casa amplia para una familia con tres hijos desarrollada principalmente en planta baja con dos torreones en planta primera donde se sitúan dos dormitorios.
La implantación del proyecto ha seguido las pautas de la arquitectura rural tradicional manchega, un esquema bastante sencillo que utiliza crujías simples entorno a un patio central que sirve de apeadero y de comunicación entre las distintas estancias de la casa.

Sobre el lado sur se sitúan las zonas de día, salón, estar, y comedor, abiertos estos tres espacios a un porche amplio que sirve de comunicación con el campo.

Los dormitorios se sitúan al levante en el este, y la zona de servicio en el lado oeste, compuesta por cocina, oficio, lavadero y cuartos de servicio.

En la planta alta se ubican dos torreones con el dormitorio principal  y un dormitorio de invitados.

Este esquema sencillo se refuerza con una simetría bastante estricta que crea una implantación racional y ordenada sobre el terreno.





Una premisa importante en este proyecto fue la integración de la casa con el entorno, se ha optado por la elección de materiales tradicionales vinculados a la zona, como el uso de ladrillo de tejar y morteros de cal en los paramentos realizados de forma artesanal mediante la mezcla de tierras del lugar y las cubiertas de teja árabe de recuperación.

Ese mismo criterio se refleja en el interior de la casa, donde se ha optado por la utilización de materiales tradicionales.
Los forjados están realizados mediante escuadrías y tablazón de madera.
Se complementan con solerías de barro del lugar, puertas de madera de recuperación, pavimentos de piedra de Valdepeñas  y azulejos artesanales
Los promotores tenían preferencia por una decoración con un ambiente atemporal homogéneo.

El edificio tiene un diseño que recupera la arquitectura habitual de la zona, unas construcciones sobrias donde lo superfluo y el artificio no suele prodigarse.




Las crujías cuadrangulares de buenas proporciones se construyen entorno al patio central creando un espacio que supone el centro de la casa y que sirve de comunicación y de uso para todos los elementos que la componen, así quedan unidos desde la casa principal y las cocinas a los pabellones de dormir, los corrales, las  cuadras, bodega y granero.

Este esquema tradicional nos recuerda a las haciendas romanas implantadas en España, nos habla de una forma de vida vinculada al campo que se ha mantenido desde antiguo.





LOS PLANOS.



LA OBRA.
















EL RESULTADO.















LOS INTERIORES.













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