martes, 28 de agosto de 2018

CASA DE CAMPO EN LOS MONTES DE TOLEDO.

JOAQUIN SANCHO.  Arquitecto         2015






La adquisición de una finca rustica en los Montes de Toledo es el origen de este proyecto. El objetivo realizar una vivienda unifamiliar situada en un paraje natural prácticamente intacto.

El punto de partida define las características a desarrollar en esta casa, la convivencia con la naturaleza a través de la dehesa como una forma ancestral heredada de equilibrio entre el ser humano y el medio natural productivo.


La implantación tenía por tanto unas premisas claras.
Intentar modificar lo menos posible el entorno con una casa integrada y que cumpliera los requisitos para una vida cómoda como residencia de descanso.




El proyecto desarrolla un programa bastante sencillo para una familia con tres hijos, donde no hay lugar para espacios superfluos, este mismo esquema solicitado es el que resuelve la distribución de esta casa.   

En la planta baja las zonas de estar con un salón grande, unido al espacio del comedor,  abierto al campo mediante un porche como espacio de transición.
Las zonas de dormitorios de niños se organizan orientadas hacia el levante con una sala para juego y estudio desde al que se accede a los cuartos.
Hacia el norte la zona de servicio y cocina.

La planta alta se comunica a través de una galería abierta al salón del salón donde se encuentra la escalera de acceso.  
En esta planta se sitúa el dormitorio principal con un estudio y un estar y un dormitorio de invitados.

La distribución se realiza sin pasillos ni corredores.
Las habitaciones están comunicadas desde las zonas de estar de los distintos usos para crear una casa abierta al campo, las zonas de la casa se convierten de esta forma en una secuencia de espacios donde la relación con el exterior es constante.







Esta idea de integrar el edificio en el entorno necesita un componente  se refuerza con los volúmenes del edificio y los materiales de construcción de la casa.

Los promotores plantearon la idea de un edificio algo más orgánico huyendo de una implantación racional, lo cual supuso la utilización de distintos volúmenes que son reflejo de los distintos espacios interiores de la vivienda.
A pesar de que la casa no tiene un tamaño excesivo el proyecto es bastante heterogéneo lo cual consigue un edificio integrado en el entorno.






El diseño del interior de la vivienda está realizado con forjados de tablazón de madera y solerías de barro, utilizando morteros de cal en los revestimientos de las paredes de las zonas más amplias, así como la utilización de materiales de recuperación como las puertas de paso y elementos de piedra como columnas y dinteles.






 



Esta idea esta reforzada por la elección de los materiales de los revestimientos de fachada.







Se optó por un invariable de la zona, el mampuesto mudéjar toledano.
Se ha utilizado un ladrillo de tejar macizo con tonalidades de marrones ocres y rojizos de un tamaño pequeño.
Las zonas de relleno se revocan con un mortero de cal hecho con una mezcla de tierras de la zona. Un trabajo de cierto mérito que no ha dejado de utilizarse en la arquitectura tradicional de esta parte de España.

La cubierta de teja árabe de recuperación completa el conjunto.








El resultado, a pesar de su simplicidad, es un edificio perfectamente integrado en el paisaje, hasta tal punto que apenas resulta perceptible desde los caminos de acceso.


Apenas se ha modificado el terreno circundante y la actuación sobre el arbolado y la vegetación existente se ha limitado a la tala y mantenimiento de la dehesa.
































LOS PLANOS






LA OBRA.



















EL FINAL.























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